Se trata de la cuarta manifestación consecutiva a última hora de la tarde del sábado, al concluir el "shabat" con la puesta del sol.
En los tres sábados anteriores, la gran mayoría de manifestantes se concentró en Tel Aviv, donde nació el movimiento de contestación y hay una acampada masiva.
Por ello, los organizadores han decidido en esta ocasión no convocar manifestación en Tel Aviv ni Jerusalén, y sí en varias ciudades de la periferia, aunque suponga casi con toda seguridad el primer descenso en número de participantes, que hasta ahora no ha hecho más que crecer.
"La protesta no es algo sólo de Tel Aviv, sino nacional. Estoy seguro de que no habrá 300.000 personas en la calle, pero es que tampoco es ese nuestro objetivo. Esto es un proceso y no se trata de intentar que cada día se manifieste medio millón de personas, sino de escuchar las voces de la periferia", explicó su portavoz, Roi Noiman.
Beer Sheva, en el desierto del Neguev, será escenario de la mayor concentración, en la que los organizadores esperan ver unas 50.000 personas.
El acto estará amenizado por conocidos músicos, como la cantante Noa, los rockeros Kobi Oz y Irmi Kaplan o el grupo de hip-hop Hadag Nahash.
En Haifa (norte), tercera ciudad de Israel, entre 20.000 y 30.000 personas se congregarán en el céntrico Bulevar Ben-Gurión, a los pies de los jardines Bahai, según los cálculos de los organizadores.
Dado que hasta ahora la casi totalidad de los participantes son de la mayoría judía, los organizadores enfatizan el carácter judeo-árabe de la concentración en Haifa, la urbe con mayor relación entre ambas comunidades.
Los panfletos de la convocatoria están escritos en hebreo, árabe, ruso y amárico, estas dos últimos lenguas para los israelíes originarios, respectivamente, de la ex URSS y de Etiopía.
Natania, Modiin, Petaj Tikva, Ashkelon o Afula son otras de las veinte localidades que albergarán las protestas, iniciadas hace casi un mes por los precios de la vivienda y que han ido ganando seguimiento entre diversos sectores de la población.
Netanyahu se niega a reunirse con los manifestantes y ha creado una comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con sus representantes. EFE
